Kevin marcó el tercer gol, y cuajó un partido espectacular.

El C.D. Tropezón se estreno en la Fase Nacional de la Copa R.F.E.F. con una clara victoria sobre el C.D. Arnedo por 1-3.

No obstante, vamos a intentar llevar un orden en la crónica de los hechos del día de ayer, tanto en lo cronológico como en lo importante.

Lo primero de todo, es sin duda felicitar y agradecer al C.D. Arnedo el trato que nos dispensó desde nuestra llegada a la instalaciones municipales del Campo «Sendero». Agradecer igualmente el trato que nos dispensaron los servidores municipales del municipio riojano, con su concejal de deportes al frente. Como es habitual, agradecer a la Federación Cántabra de Fútbol, y como no a su presidente, la inmediatez y solvencia para atajar cuantos problemas atañen a equipos cántabros, más cuando están lejos de la Comunidad. Eso sin duda llena a un club cántabro de orgullo.

A la llegada a las instalaciones, comunican a nuestra expedición que no era posible utilizar ni vestuarios, ni duchas, ni antes, ni durante ni después de la disputa del encuentro. Se consigue que el equipo pueda vestirse en uno de los vestuarios (el equipo local tuvo que hacerlo en la calle con una temperatura realmente gélida). El presidente de la Federación Cántabra, consiguió que el equipo pudiera al menos ducharse en varias habitaciones de un hotel no muy lejano al campo. No hizo falta tal recurso, ya que amablemente el presidente del club local, el señor Ildefonso, gestionó que en un centro deportivo cercano nos ofrecieran la posibilidad de que nuestros jugadores se ducharan y adecentaran para encarar un viaje de vuelta de no menos de 300 km. y más de tres horas de trayecto.

Dicho queda. Gracias a todos.

En lo meramente deportivo, el Trope cuajó un partido fantástico, más teniendo en cuenta que era el primer partido de carácter oficial de la temporada, y aprobó con un notable alto. Se mostró muy dominador, muy seguro de sus posibilidades y potencial, y dominó de cabo a rabo la situación en todo momento. Estuvieron muy acertados de cara a gol, y en defensa prácticamente perfectos, sin dar concesiones.

El primer periodo fue antológico. En él, llegaron los tres goles de los nuestros y alguna que otra ocasión más. Pero sobre todo, hemos de destacar el dominio y control de la situación en todo momento, muy seguros de sí mismos y con una muy alta dosis de confianza en todas sus acciones, en una y otra parte del campo.

Cristian Portilla, un auténtico titán en la medular. Sensacional.

El primero de los goles llegó por mediación de Juan Fresno, que ganó la espalda a la defensa local y batió por abajo al meta local. Era el minuto 11. Necesitó el Trope nueve minutos más para ampliar la ventaja en el marcador, obra de Adrián Zorrilla en el 20.

En el min. 34, fue Javi Delgado el que no pudo definir en su mano a mano con el meta local, en lo que pudo ser el tercero. Este llegaría en el minuto 38, con Kevin como protagonista, que después de algún rechazo y algún recorte batía la meta riojana por abajo.

Con 0-3 en el marcador y unas sensaciones exquisitas se retiraron ambos conjuntos a la caseta. Perdón, ambos no, solamente los nuestros. Ellos a la intemperie. Surrealista, tomen nota.

En el segundo periodo, y con los deberes hechos, salieron algo más atrevidos los locales, pero ello no se traducía ni en ocasiones ni en llegadas claras. Sí las tuvieron los nuestros, como en el minuto 47  cuando Emilio se plantó frente al portero, y pudo definir. En el 67 fue Javi Delgado el que lo intentó, pero la pelota salió alta.

Gómez aprovechó para dar entrada en el terreno de juego a varios jugadores de refresco, y en el minuto 85 los locales conseguirían su gol, por mediación de Nacho, después de que en un buen contragolpe la pelota impactara en el poste y luego en Juan Martín, acabando en el fondo de las mallas.

Enhorabuena equipo. La semana que viene nos esperan los vizcaínos del Balmaseda.